Antonio Gades sigue vivo, 20 años después
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En el día del vigésimo aniversario de su partida, este 20 de julio resulta necesario demostrar que el legado de Antonio Gades seguirá vivo en el tiempo.
Antonio Gades es el genio que dio a entender a los seres humanos que los principales conceptos del baile flamenco no son los pasos, es lo que sucede entre cada paso. Es lógico que Antonio Gades llegara a estas conclusiones, porque él supo escuchar el sonido del silencio en el aire alrededor de la mano que iba subiendo Vicente Escudero, esa mano que había que medir hasta qué altura exacta subirla, asunto más complejo de lo que pudiera parecer.
Existió una persona maravillosa de San Sebastián, Doña Pilar López, que me contaba que Antonio Gades había mamado de ella. Ese factor, haber mamado de Doña Pilar, fue esencial para que Don Antonio perfeccionase su camino hacia la excelencia como profesional escénico de la danza. La ética no solamente podía ser compatible con la estética, es que la ética es precisamente lo que favorece que suceda la estética. Pilar y Vicente empezaron a evidenciarlo, para posteriormente Gades llevar esos conceptos a la gran perfección.
Dejó en el tiempo, para generaciones posteriores, contar que el fundamento de una escobilla no es pisotear la tierra, porque si pisoteas a la tierra, nada crece de ella. Se puede entender cuál era ahí su posible mensaje, no es lo mismo buscar hacer ruidos en el suelo con finalidad de solamente y simplemente efecto percusivo, que hacer bailar al suelo, para que el suelo te devuelva el sonido del sentimiento de las percusiones.
Hace veinte años que supuestamente se fue. Pero no, él nunca se ha ido, sigue vivo. Hay muchos hechos que lo evidencian. A través de personas como Eugenia y Stella, su legado permanece, y su compañía sigue existiendo, siendo lo más reciente conquistar China. El Ballet Nacional de España, que empezó con su persona, sigue triunfando tanto en las temporadas de invierno y verano en el Teatro de la Zarzuela como en los principales teatros del mundo. Creadores actuales, como José Huertas, siguen llevando la esencia gadesiana por los escenarios. Cada vez que Sara pisa un escenario en cualquier continente, son evidentes influencias conceptuales de Gades. Sara es una gran embajadora actual de la ética y estética de la danza española, la disciplina de bailar en el tiempo.
Incluso existe el caso de un ser humano gallego, Faustino el de las hemerotecas, con su necesaria obsesión por descubrir la historia más realista posible del flamenco, depurando mitos y leyendas para llegar a los hechos concretos. Es muy probable que esta intención depuradora de Faustino venga de haber sido músico y compositor de Antonio Gades, de haber vivido con él sus procesos de depuración conceptual del baile flamenco. Antonio Gades ha provocado conceptualmente mucho en las intenciones flamencas de Faustino Núñez. Lo que se puede aprender de Antonio Gades es útil para muchas más cosas que literalmente bailar.
Antonio Gades es también esencia conceptual del tablao flamenco más relevante, Corral de la Morería, sus conceptos son asunto fundamental en la historia de todo lo sucedido durante casi siete décadas delante del cuadro Pelando La Pava. Era para él tan importante Corral de la Morería, que ya triunfando en los mayores teatros de todo el mundo, siempre volvía a hacer sus bailes en el mítico escenario madrileño. Incluso sucedió que fuera el padrino en el bautizo de Juanma, el hijo mayor de Don Manuel del Rey, aquel señor que creó caminos para reinventar la posible industria cultural del flamenco, y Doña Blanca, la reina del glamour flamenco. Antonio Gades es uno de los elementos fundamentales que definen qué es Corral de la Morería y por qué.
Dos décadas después, Antonio Gades está más vivo que nunca. Pero no es principalmente en forma de estatuas o nombres de calles, ni porque muchas personas mencionen su nombre. Antonio Gades sigue vivo a través de algo más bonito y eterno que esas posibilidades. Su legado es principalmente un asunto transversal. La cantidad de conceptos, tanto en el baile flamenco como en la danza española en general, la cantidad de conceptos que sucedieron, suceden y seguirán sucediendo en sentidos conceptuales determinados por su persona. La mayoría de cosas de mayor calidad y prestigio en bailes y danzas españolas actualmente, tienen en común llevar en sus procesos saber seguir caminos gadesianos.No es la coreografía concreta tal, ni ningún espectáculo en concreto, por icónicas, maravillosas e imitadas que sean sus puestas en escena. Pero no es una cuestión de simplemente conceptos literales de bailes a imitar y repetir, lo que Antonio Gades deja como principal legado es cómo hacer los procesos en el camino para llegar al resultado. Lo cual va más allá aún de la puesta en escena de unos bailes, es algo transversal que puede aplicarse para muchos asuntos.
Cada vez que un bailaor o una bailaora se de cuenta que no hay que intentar ser mejor que los demás, que el reto está en ser mejor que tu propia persona, ahí seguirá vivo Antonio Gades. La ética que hace posible la estética, la disciplina que hace posible la libertad.
Por Jaci González
Fotografía de Pepe Lamarca / Fundación Antonio Gades