El principal problema del baile flamenco y la danza española

El principal problema del baile flamenco y la danza española

El principal problema del baile flamenco y la danza española, actualmente, reside en el nivel cultural de gran parte de sus intérpretes y creadores

Seres humanos que bailáis cosas: Estamos en el año 2016. Ser moderno y rompedor no consiste en intentar disfrazarse de espantaja de los melones para bailar en un escenario. Ser moderno y rompedor es ante todo una actitud, en primer lugar, y esa actitud acompañada de un saber qué se está haciendo, cuál es la cosa que pretende desarrollarse. No, ponerse disfraces o pintarse como una puerta como único recurso para dar imagen de "crear algo nuevo" es solamente un postureo, y tampoco es nuevo. Si queréis ser modernos y rompedores, sea en flamenco o en lo que sea, es necesario tener un poquito de nivel cultural, que sepáis de dónde viene eso que pretendéis hacer y hacia dónde queréis llevarlo. Antonio Gades era un ser humano de un nivel cultural grande, él fue rompedor, él fue moderno, y lo fue porque supo evolucionar, proyectar hacia el futuro, la herencia de muchas escuelas de baile, empezando por la de Vicente Escudero, que es quizás el más moderno y rompedor que ha tenido la danza española. Veo muchos casos de gente que no sabe hacia dónde derivar lo suyo. Gente que fue prometedora haciendo ahora cosas que no. Gente que en su mayoría decidió dejar el colegio o el instituto porque lo suyo era bailar. Algunos tienen un potencial tremendo, pero claro, pasados varios años se encuentran en un bucle, como el día de la marmota. Ya han desarrollado todo lo que pueden desarrollar, no desarrollan más porque no pueden, y es algo psicológico. A algunos les sucede incluso después de recoger gloria y fama, y por eso se sienten obligados a mostrar algo más. Pero no pueden. No pueden porque no saben. No saben porque creyeron que eso de bailar consistía literalmente solamente en bailar, en un "hala, ya he dejado de ir a clase, que pereza la literatura, la historia del arte y esas cosas, ahora me dedico a bailar". Y se nota de lejos que no han leído un libro en años, que desconocen la poesía, no saben captar en el cine más allá de una ligera idea argumental. No saben algo tan básico como la diferencia entre hay y ahí. Sin cultura general.

Entonces, llega un momento de sus vidas artísticas que sienten la necesidad de evolucionar. Pero no pueden, porque apenas tienen referentes culturales. Unos intentan hacer vídeos vanguardistas con su baile y les sale un vídeo humorístico, con un resultado que recuerda a las celebrities de Muchachada Nui. Es decir, parecen caricaturas paródicas en vez de realidades que danzan. Pero Joaquín Reyes al menos hace algo artístico e interesante creando humor intencionado con sus vídeos. Estos no, estos consiguen el mismo resultado humorístico creyendo que hacen otra cosa. Otros y otras creen que solamente poniéndose un disfraz ya están creando algo nuevo. Piensan que están ofreciendo algo distinto, y no, están ofreciendo lo mismo que ya ofrecían, pero disfrazados de otras cosas. El refranero es sabio, y aunque estén muy vistos los refranes más populares, hay uno que es el indicado para este caso: El hábito no hace al monje. Disfrazarse de cosas curiosas para bailar, si surge, puede ser maravilloso, pero debe ser un reflejo externo provocado por una razón artística más profunda. Disfrazarse de cosas curiosas puede ser interesante como consecuencia de una actitud artística razonable. Pero sin la base cultural y argumental que es necesaria, acciones como ponerse una chaqueta de lentejuelas curiosas o pintarse la cara de verde como un personaje de Avatar no construyen por sí mismas una propuesta artística novedosa. Es como si cada año un escritor de novelas publicara la misma novela, año tras año, pero cada año las tapas del libro fueran de un color distinto. Por supuesto que el diseño gráfico de la portada de una novela es un elemento muy relevante para el concepto y primera percepción del público respecto a la propia novela. Pero casi ningún escritor se atreve a intentar vender continuamente, año tras año, la misma novela como una nueva, solamente porque le ha puesto unos colores más chillones a la portada del libro. El escritor de novelas siempre intenta presentar una novela nueva. Como mucho, hace reediciones de una obra concreta, pero no le cambia el título para reeditarla y ser vendida como un estreno. Si lo hiciera, reeditar una novela pero intentar venderla como nueva, cambiando solo el título y el diseño de la portada, él mismo sería el primero en engañarse.

Quiero hacer un inciso para dejar claro que no me refiero a la totalidad de los artistas del baile flamenco y la danza española. Se puede ser buen bailaor o bailarín teniendo faltas de ortografía, pero ese ser humano será con mucha seguridad algo pésimo realizando intentos de evolución del arte. Hay grandes artistas de referencia que son analfabetos, pero siendo conscientes de su analfabetismo, no pretender ir más allá de transmitir sobre un escenario un legado anterior a ellos, no pretenden innovar, simplemente realizar su propia versión de cosas que ya sean tradicionales. El problema está cuando un artista inculto pretende ir de creador de nuevos caminos, porque se quedará en un simple intento de postureo, hay que conocer bien de dónde se viene para saber aportar novedades a lo ya realizado.

Observen, estudien, aprendan, tenemos unos antecedentes maravillosos en el baile flamenco y la danza española. Pastora Imperio, Pilar López, Vicente Escudero, Antonio Gades y varios más. Esa gente no ha existido para que ahora muchos insistan en perpetrar catetismos continuamente. Es una falta de respeto a todos ellos. Se supone que se trata de proyectar ese pasado hacia el futuro, igual que hicieron ellos en su momento. Vicente Escudero no hacía eso que ahora leo en muchos programas de espectáculos actuales, "encuentro del flamenco con la vanguardia nosequé, artes muy diferentes que se encuentran, se fusionan". Él no intentaba acercar su baile a la vanguardia, él establecía discursos artísticos integrado plenamente en la vanguardia. Parece lo mismo pero no lo es, para nada. Intentar ser un personaje cultural implica ser un personaje con cierta cultura general, forma parte de la ética de la danza ¿Cómo se atreven tantos a entrar en el baile flamenco y la danza española sin tener clara la ética de la danza? Desde la incultura, que es como lo está haciendo más de la mitad de los seres humanos que bailan cosas ahora mismo en el baile flamenco y la danza española, no solamente no se evoluciona aquello que hicieron grandes maestros del pasado, lo estáis involucionando. Y eso es hacer el cateto. Superlativamente. Disfrazarse de supuesta moderna para hacer el cateto no oculta el catetismo, lo amplifica. No vais a ser más rompedores por ir cambiando de disfraz para bailar lo mismo, con los mismos recursos, un año tras otro. Leer, escuchar y aprender, constantemente, es algo que todo ser humano que pretenda evolucionar bailando cosas debe hacer durante toda su vida. Dejen ya de ver esos programas de patios de vecina en televisión, vean documentales, lean poesía, acudan a ver obras teatrales, visiten exposiciones en museos, escuchen música de todo tipo, un abanico enorme de posibilidades existe. Busquen referencias externas, vean la danza teatro de Pina Bausch, pero no para copiar literalmente cosas, que suele ser el caso de la mayoría que desde el flamenco y la danza española por fin les da por ver la obra de Pina, vean la obra de Pina para comprender la construcción de discursos argumentales como concepto, y aplicarlo a discursos propios. Aprendan el por qué, no pasos porque sí, que el arte principal de bailar no está en los pasos, la esencia del baile reside en qué sucede entre cada paso. Antonio Gades y Mario Maya tuvieron danzas muy diferentes entre sí teniendo la misma maestra, porque Doña Pilar quería que imitaran su forma de hacer las cosas, pero no las cosas literalmente. Observen buenos conceptos para poder desarrollar conceptos propios, que no es lo mismo inspirarse en ideas conceptuales de terceros para crear un argumento conceptual personal y propio, que copiar literalmente coreografías para intentar ser lo que ya está hecho. Analicen bien el cómo y el por qué de la obra de los grandes maestros de la danza española. No se conformen con "intentar acercar el flamenco a tendencias artísticas", si quieren ser modernos sean ustedes mismos parte integrada del arte contemporáneo. Es lo que hicieron quienes deberían ser vuestros grandes maestros. Hay mucha gente en el baile flamenco y la danza española que sabría decir con toda seguridad que alimento pretendió Belén Esteban que se comiera su hija Andreíta una tarde en Benidorm, a la hora de la siesta. Y al mismo tiempo ser gente del baile flamenco y la danza española que no sabría explicar cómo era aquello de Vicente Escudero con unas máquinas. Ese es el principal problema que tiene actualmente el baile flamenco y la danza española, el nivel cultural de parte importante de los profesionales que hacen cosas en los escenarios, no es el caso de todos, pero sí son demasiados.

Por Jaci González

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