El flamenco según El Pola, cantaor de Corral de la Morería
- Publicado en El Patio
Alumno de Juan El Camas, compañero de Miguel El Funi, por los caminos creados en décadas anteriores por El Marsellés, Gaspar de Utrera, Juan Talega y Fernanda. Él es El Pola, un cantaor muy propio. Nos encontramos con él en Corral de la Morería, el tablao flamenco más famoso del mundo, su escenario habitual cada noche...
Por Jaci González / @JaciGonzalez facebook.com/jacigonzalez
Fotos: Pacolega
¿Quién es El Pola? ¿Cómo se presentaría a sí mismo?
El Pola es un inquilino flamenco del mundo.
¿Cómo empezaste a cantar?
Empecé a cantar en Sevilla, La Carbonería. Viví cuatro años arriba, trabajando con Paco Lira. Allí conocí a Juan del Gastor, Juan El Camas, muchos flamencos que iban por allí. Ellos fueron mis maestros del cante, me enseñaron cómo eran los cantes.
¿Cuánto tiempo ha pasado desde entonces?
De eso hace como veinte años, desde entonces creo que he trabajado en casi todos los tablaos flamencos del mundo. En Nueva York, Tokio… No he parado desde entonces.
En ocasiones has echado algún cante a Paco de Lucía
Fue en Nueva York, en una fiesta privada. Acabé de trabajar en el tablao, y fue Paco con su banda a tomar una copa. Ahí nos conocimos, estuvimos de fiesta hasta por la mañana, en casa de unos amigos. Muy buenos recuerdos, la verdad.
¿Cómo recuerdas la personalidad de Juan El Camas?
Juan El Camas es el ser más bohemio que he conocido en el mundo. Vivía también arriba de La Carbonería, compartí con él un par de años. Era muy bohemio, cantaba sus fandangos personales con sus letras, y otras cosas más modernas que hacía últimamente. Juan El Camas fue mi maestro de la calle, más aún que flamenco.
Hasta Camarón cogía y cantaba cosas de Juan El Camas
Sí, Juan era muy amigo de José. Tenía varios recuerdos del maestro, lo quería mucho. Hay un libro muy bonito de sus memorias, recomiendo que la gente lo busque aunque sea difícil de encontrar.
Además de Juan El Camas ¿Cuáles son tus referencias?
Mis referencias son Miguel El Funi, Manuel Moneo, El Marsellés, Gaspar de Utrera, Fernanda de Utrera, con casi todos me he emborrachado. He vivido los últimos coletazos de ese arte flamenco.
¿Qué es el flamenco para El Pola?
El flamenco para mi es una circunstancia de la vida, comerse muchos bocadillos y pasar muchas fatigas. Después tiene cosas bonitas, pero se pasa mucha fatiga en el arte. Hay que estar muy preparado para moverte. Hay cosas muy bonitas, como la gente, el ambiente que todavía hay, la fiesta. A mi me gusta mucho el cante de Utrera, y la guitarra de Diego del Gastor. Me gusta muchísimo, ahí tengo yo mis referencias. Los he conocido personalmente, con alguno he convivido, como Miguel El Funi, mi compadre Marsellés… El flamenco es muy difícil, ahora es cuando estoy empezando a disfrutar un poco.
¿Cómo definirías la voz de Manolito de María?
Lo definiría como una cosa prehistórica de las cuevas de Alcalá, esencial, buena voz, buena afinación. En esa época no sé como vivirían, pero creo que no vivían muy bien los artistas. El era primo de Juan Talega, y tenía el cante de Joaquín el de la Paula. A mi me ha contado Juan del Gastor que él era pelador de ovejas, ellos iban en esa época a escucharlo. Vivía en una cueva con una cortina, una cama muy mala, una foto de unos santos en la cabecera, una palangana y ya está. Ellos vivían así.
Es evidente un concepto común entre los mundos de Manolito de María, Juan Talega y Fernanda
Muchísimo, en la forma de los cantes, el mismo carácter. Solo cambian los ecos, pero la intención de los cantes es la misma, un mismo camino.
¿Hasta qué punto te sientes sucesor en ese camino?
Yo soy principalmente buen aficionado. Eso es lo que me gusta mucho como afición. Soy cantaor, pero mi punto de referencia está por ahí, por esos artistas. Ahora hay también buenos artistas, pero antes había más.
En aquel momento, había más artistas con personalidades concretas, se parecían menos entre sí
Todo era diferente, los guitarristas igual, el baile igual. En esta época actual creo que hay menos personalidad en los artistas, todo es más parecido.
Ese punto de Miguel El Funi, único, que no hace falta ni que cante, la forma de salir al escenario ya es arte
Eso no lo hay, quizás lo habrá en el futuro, pero ese arte es de los últimos supervivientes que quedan.
Tu has actuado con El Funi
Sí, de palmero he ido muchas veces con él
Salir al escenario con Miguel El Funi da respeto
Mucho, es un artista muy particular. Es muy buen artista, heredero de Fernando Pinini, primo hermano de Fernanda. Me gusta trabajar y aprender con él.
¿Cómo explicarías a los seres humanos las semejanzas y diferencias entre el flamenco de Utrera, Morón y Lebrija?
Son diferentes. No sé como explicarlo, no encuentro las palabras, porque lo explicaría muy salvajemente. Pero son diferentes en el cante, en el baile, y en la guitarra. Con lo cerquísima que están estos pueblos. Tienen su aire y su son diferente, esos pueblos son La Meca para el flamenco, ahí debemos peregrinar.
El ser humano Pola ha grabado cosas por ahí…
Sí, casi todo en fiestas. Grabé también un disco bonito con Antonio Moya, me iba de Utrera a Morón, a grabar en casa de Domi de Morón, pero ese disco estaba politizado, no trabajé a gusto. Una historia sobre Carlos III, Olavide y el Siglo de las Luces, con la Universidad Pablo de Olavide. Todavía no me han dado el disco, aunque está editado… En esa época me iba mucho con mi amigo Gaspar de Utrera, me pegaba días y días. Gaspar es muy buena persona, le quería mucho y le quiero. Con gente como Gaspar de Utrera aprendí todo. Mi padre tenía una peña flamenca en Cañada Rosal, un pueblo en la campiña sevillana, cerca de Écija. Desde niño escuchaba el cante, pero después aprendí más en Sevilla.
¿Cuanto tiempo llevas en Corral de la Morería?
Varios años yendo y viniendo, he aprendido mucho aquí, muchísimo, creo que todo. Antes creo que yo estaba verde, la verdad, los artistas se hacen con el tiempo, no se hacen de la noche a la mañana. Ahora es cuando me doy cuenta de que he avanzado mucho, y empiezo a disfrutar de lo que hago.
¿Qué es el tiempo para El Pola?
Para mi no hay tiempo, no tengo horarios ni nada…
Bueno, todos los días cantas en Corral de la Morería a las nueve de la noche, un horario hay…
Eso sí, soy muy serio para eso. Pero después de eso no tengo horario para comer, ni para despertarme ni para nada. Vivo un tiempo sin tiempo, con mi guitarra, con mi mujer, y ahora voy a tener un hijo.
Un sueño de El Pola
Mi sueño sería la libertad para todo el mundo.