La senda del romero

La senda del romero

El cante flamenco de Ismael de la Rosa y la guitarra flamenca de Víctor El Tomate clausuraron la temporada de La Libre Flamenco, la programación dirigida por Pacolega en La Libre de Barrio de Leganés, la tarde del domingo 9 de junio.

La Libre Flamenco cerró temporada con el toque de Víctor El Tomate y el cante de Ismael de la Rosa, que acaba de sacar un disco con Yerai Cortés. Ambos artistas pertenecen a sagas de lo jondo, de Córdoba en el caso del guitarrista, de Sevilla en cuanto a Ismael, cuyo abuelo es el trianero Curro Fernández.

Ismael es ampliamente conocido por su trayectoria de cante para el baile, habiéndose producido en los mejores tablaos de Madrid, como lo demostró su repertorio por soleares de Triana y Alcalá, tangos o fandangos. Cantar palante es otra cosa, conlleva responsabilidad, supone maduración, pero el trianero no se arrugó y nos trajo, como es natural, el aroma de los cantes de su barrio. Apostó, asumiendo el riesgo, por fandangos personales, y mejoró con su interpretación de la seguiriya, en la que homenajea al trianero Manuel Cagancho, uno de los creadores históricos de este palo. Ismael no duda en acordarse de otras fuentes de las que bebe: Pastora, los Pinini, o Gaspar de Utrera, artista curtido en el cante para el baile como él.

El momento más emotivo llegó, empero, en las bulerías finales, donde el cantaor invocó a Manuel Molina, simplemente el tío Manuel, que paraba por la casa cuando Ismael era niño. El toque apagado del Tomate se puso al unísono de su compadre, que cantaba sotto voce, parando ambos el ritmo, ofreciendo esa maravilla que es la bulería al golpe o pa escuchar. Gran momento en el que un repertorio sabido de memoria deja paso a una interpretación más frágil pero que gana en fuerza personal y revela, intacta, la poesía de Manuel.

“En un barco de papel
con mi Carmen yo me iré
la llevaré a una cabaña
que yo compré en la montaña
y que pagué con mi perro, mis poemas y mi guitarra”.

Después de este debut prometedor, no hay duda de que Ismael se atreverá a navegar por Levante, granaínas o malagueñas, cantes libres, no tan sujetos al baile, en los que dará rienda suelta a su expresividad. Por la senda de la montaña donde florece el romero, por ahí es donde le vaticinamos a Ismael los mejores triunfos.

Texto: Isamad.

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