El cante grande de Paco del Pozo
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El cante grande de Paco del Pozo, con guitarra de Paco Vidal, fue protagonista en la noche del sábado 28 de noviembre en la sala García Lorca de Madrid, dentro de la programación organizada por Flamenco de Hoy de Antonio Benamargo.
Grande ese cabal remate para la impactante seguiriya que también incluyó elegancia en esos momentos entre las seis cuerdas de Paco Vidal. Un ejército contundente de versos por soleá entre el sentido zapatero Márquez y coordenadas Arenero, peculiares estructuras melódicas que orientan su norte al norte de Triana, respiración que se contiene con elegante carácter ligando tercios de origen Ollero. Que en el siglo veintiuno sea un ser humano madrileño de San Sebastián de los Reyes quizás el mejor heredero para el futuro de esos cantes del Zurraque, da una idea conceptual de la dimensión real global del flamenco presente y futuro.
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No le han dado nunca el microondas de plata o un taburete de bronce por su interpretación de esos conceptos por soleá, porque no existe ningún gran premio de amplia relevancia por esos cantes. Pero esa posibilidad sí existe en el cante por minera, y por eso se llevó la Lámpara Minera hace ya casi veinte años, eso sí fue posible porque ese premio existe. Grandeza por levante pasando por taranta, cartagenera y minera. Elegancia murciana en el cante para un recital que empezó en otros territorios con sonido señorial por malagueña: Viva Madrid, que es la corte.
¡Grande! Paco del Pozo y Paco Vidal en estos momentos por terrenos trianeros de soleá, justo al llegar las doce, medianoche aquí en Madrid, te lo contamos en directo desde la sala García Lorca ¡Dale al play!
Posted by aireflamenco.com on sábado, 28 de noviembre de 2015
El tiempo es largo. Aunque han pasado más de veinte años desde que debutó en Corral de la Morería, el tablao flamenco más famoso del mundo, Paco del Pozo todavía tiene solamente cuarenta años, lo cual es ser joven en el cante. Con esa misma edad, por ejemplo, José Mercé ni siquiera imaginaría que caché y cantidad de público llegaría a tener unos años después, estaba todavía en el intento, después de décadas en escena. Estos asuntos del cante tienen esas cosas, aunque en los seres humanos que bailan cosas los sucesos siempre son más rápidos. Aquellos que cantan cosas, salvo escasas excepciones, casi siempre deben vivir décadas con la paciencia en el tiempo. Morente llegó a ser lo más grande, pero tuvo que esperar y aguantar bastante. Del caso Chano Lobato, mejor ni pensarlo, lo que tardaron las personas en darse cuenta. Otros grandes se fueron sin llegar a una gran popularidad. Siempre toda gloria y fama es relativa, pero el cante grande es evidente, y largo, como el tiempo.
Por Jaci González
Fotos Pacolega